viernes, 27 de noviembre de 2009
Lluvia
Hoy, en mi ciudad, llueve.
No hace frío.
Ni viento.
Llueve.
Mientras regreso del trabajo, un par de compras en el supermercado, espero un taxi sin sentido hasta que decido el regreso a casa debajo de la cortina de agua.
Avanzo, traje encima, orondo por las calles que huelen a tilos.
La lluvia revela, pienso mientras el gris claro de mi ropa empieza a verse oscuro.
Y rebela, porqué no Don Mario, rebela.
La calle esta casi desierta, los pocos que quedan corren escapando de una segura salpicadura.
Días de gloria para la traición. En este caso, la de las baldosas flojas.
Inesperadamente, me siento alegre.
Y empapado.
Porque no estoy seguro que este agua alivie, lave o expíe: pero que moja, moja (?).
DOS
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10 comentarios:
Gracias por su relato.
Uuuufffff me imagino la tintura del lope!!!
2 diga que soy testigo de su buen carmelazo(?).
Abrazo:
Jijijiiji.
Morocha, gracias a Ud por leerlo
La lluvia es una linda desigualdad.
Uno, ud de envidioso pq no tiene para teñir (?)
Calígula, que bien dicho.
Un par de posibilidades, alguna mas interesante que otra. O se ha despertado el Gran Poeta, o no recuerda dónde coños se olvid{o el paraguas.
Un abrazo grande.
lindo, lindísimo!!
relajarse y disfrutar...
Gaby, el poeta (?) no usa paraguas.
Soledad, de eso mismo se trata.
Pronto comienza el clásico...
Pugliese, Pugliese, Pugliese?
Staff, se vino nomas...
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